#110 El Futuro de la Educación
La educación necesita escalar para adaptarse al mundo que viene
Hola, soy @samuelgil, Partner en JME Ventures.
Bienvenido a mi newsletter semanal, un lugar donde nos reunimos aquellos que creemos que la tecnología transforma juegos de suma cero en juegos de Suma Positiva.
Me presento: soy Alberto y soy co-fundador de Transcend Network, una organización que apoya a startups de edtech (”education” + “technology”) en sus primeros pasos.
A veces mis padres intentan contarles a sus amigos en qué trabaja su hijo... y os podéis imaginar el follón. Que si algo que ver con startups, que si algo de educación...
En esta newsletter espero finalmente explicarles en qué trabajo, y ya que estoy en ello, contaros qué es el edtech, por qué te tiene que importar tanto como a mí, y hacia dónde va la educación.
¡Empezamos!
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El Futuro de la Educación
por Alberto Arenaza
¿Qué es el edtech?
Vamos a empezar por la parte más importante – el “ed” en “edtech”.
Te voy a pedir que pienses en la vez en la que más has aprendido en tu vida. Un momento en el que disfrutabas de aprender algo nuevo sin darte cuenta del tiempo que pasaba ¿Lo tienes?
Me apuesto a que esa experiencia no pasó en un aula, ¿verdad?
La realidad es que las mejores experiencias de aprendizaje se encuentran por todos lados, muchas veces fuera del colegio o universidad – en bares, en el monte, en conversaciones...
La educación ocurre en los sitios más inesperados. No requiere mucho dinero. Pero si requiere atención y tiempo, y por ello, la mejor educación suele ocurrir en grupos pequeños o individualmente, donde se puede entender las necesidades de los estudiantes mejor.
Este es el famoso Problema de 2 Sigma.
El investigador Benjamin Bloom repartió el mismo contenido educativo a un curso entero, dividió a los estudiantes en grupos de distintos tamaños y métodos de aprendizaje, y al acabar el periodo de estudio, analizó los resultados.
Los estudiantes con mejores resultados fueron los que tenían tutores privados, con notas “2 sigma” (o dos desviaciones típicas) superiores al de la media de la clase convencional.
¡Los resultados son increíbles! Si sabemos esto, ¿por qué no reducimos drásticamente el tamaño de las clases para aprender mejor?
El coste sería totalmente desorbitado. La educación requeriría tantos recursos que pasaría de representar 5% del PIB a ser el 50% de la economía.
El Problema de 2 Sigma ilustra un problema fundamental de la educación: la elección entre calidad y accesibilidad: clases personalizadas vs. cursos de video gratis. Tutorías vs. clases magistrales. La clase en directo vs. las notas en PDF. El dilema eterno.
¡Que entre la tecnología!
Desde que el humano es humano, ha utilizado la tecnología como atajo ante estas disyuntivas. Lo hizo con el teléfono, con los coches, con los chips, y ahora le toca a la educación: ese atajo es el de crear una educación de calidad a un coste bajo, usando la tecnología.
Y eso es precisamente el edtech.
¿Y por qué nos importa?
El objetivo es claro y ambicioso – darle la vuelta a la noción de que un aumento de alumnos reduce la calidad. Escalar la educación.
La educación es un problema de base que afecta a casi todos los demás retos de la humanidad, pero hay cientos de millones de personas que no pueden acceder a ella. El problema es que la educación requiere recursos, y sorprendentemente, su coste sólo ha aumentado en las últimas décadas.
Aunque la tecnología se ha utilizado para reducir los costes de la mayoría de productos y servicios del mundo, apenas ha penetrado en la educación. Los precios, en vez de bajar como las televisiones o los coches, ¡han aumentado!
Así es imposible llegar a una educación universal. La solución pasa por usar la tecnología para crear más con menos: reducir el coste de la educación y aumentar su calidad.
Estamos en un momento de cambio en la educación.
Con la pandemia forzando al mundo entero a utilizar la tecnología remota en las clases, la inversión en edtech se ha multiplicado por 3 en los últimos dos años. Estamos ante el momento crucial para el sector, y en medio de una transformación que nos puede acercar a este objetivo tan ambicioso.
¿Hacia dónde vamos?
El edtech está viviendo un momento de cambio profundo entre dos etapas.
La primera etapa: Edtech como herramienta 📎
La primera generación de edtech comienza en la segunda mitad del siglo XX, y entiende el edtech como un complemento a la educación tradicional. Es la etapa de edtech como herramienta.
Las startups buscan crear eficiencias dentro de la educación convencional. La mayoría de estas herramientas se venden a colegios, universidades y empresas (B2B) y solucionan problemas como la gestión datos del estudiante, los módulos educativos o la distribución de cursos online.
Las empresas de edtech más cotizadas de la última década son sobre todo herramientas administrativas (K12 Inc, Instructure, Blackboard, Skillsoft), de gestión de cursos online (2U, Kaplan) o editoriales (Wiley, Pearson).
Estas herramientas ahorran un dinero y tiempo muy valioso para las instituciones educativas, lo que es positivo. Pero la mayoría de veces protegen a estas instituciones antes que al estudiante.
Un ejemplo son las empresas de gestión de grados online (OPMs), que ayudan a las universidades a distribuir e impartir grados universitarios de forma online. La idea es genial, pero cuando el precio de estos cursos crece hasta igualar el de los cursos en persona, los estudiantes se empiezan a preguntar a quién ayuda esta tecnología.
Las startups de edtechs como herramienta juegan dentro de las reglas. Pero el mundo está cambiando, y nuevas startups están empezando a saltarse las reglas.
Segunda etapa: Edtech como escuela ⚽️
La nueva etapa de edtech es más reciente, y va más allá de mejorar la eficiencia de la educación convencional. Crean nuevas experiencias educativas desde cero. Son el edtech como escuela.
Estas startups utilizan la tecnología para imaginar una nueva educación que beneficie directamente al estudiante, sin servir primero a las instituciones, y un día serán los Duolingo o Kahoots del futuro.
Estas nuevas startups de edtech diseñan una nueva educación, que es más global, social, tecnológica, y sobre todo, más divertida.
Voy a dividir estas startups en tres bloques: el nuevo cole, la nueva universidad y la nueva formación para el trabajo.
a) El nuevo cole 🏫
La experiencia de la escuela primaria y secundaria, que antes era monolítica, se está empezando a fragmentar. Las startups que empezaron como un complemento extraescolar están empezando a convertirse en una alternativa completa al colegio: proyectos como Edgi 🇺🇸 (que junta a estudiantes para explorar sus intereses juntos), Sora Schools 🇺🇸 (colegio online basado en proyectos) Galileo 🇪🇸 (grupos educativos alternativos) o ideas más radicales como Ender 🇺🇸 ( competiciones educativas en Minecraft)!
b) La nuevas universidades 🎓
El siglo XX nos trajo la visión de una universidad para todos, pero en la última década ha perdido capacidad de preparar profesionalmente a los estudiantes. Con un desempleo juvenil del 40% como tenemos en España, ¿necesitamos otra universidad con más grados de ADE y Marketing?
Nuevas universidades como Minerva 🇺🇸(donde estudié yo!), Kibo School 🇳🇬(grados accesibles para jóvenes de todo África) o LIS 🇬🇧(la universidad interdisciplinaria) usan la tecnología para reducir el coste para el estudiante, y ofrecen nuevas habilidades y grados. Las “challenger universities” se están comiéndo la merienda de las unis tradicionales.
El modelo del estudiante-aprendiz se ha popularizado también, con startups como Multiverse 🇬🇧 o OpenClassrooms 🇫🇷, y cada vez más gobiernos financian estos modelos a nivel nacional.
c) La nueva formación para el trabajo 💼
La formación profesional se está alejando cada vez más del proveedor tradicional (la empresa en la que trabajas) y moviéndose hacia el individuo, que elige su formación y comunidades en las que desarrollarse profesionalmente. Si pasas algo de tiempo en Twitter aprendiendo de otros, sabrás de lo que hablo.
Proyectos como Stoa School 🇮🇳 o Collective 🇲🇽 enseñan habilidades para trabajar en startups, y MasterMeUp 🇪🇸 ayuda a profesionales a crecer en sus carreras con nuevas metodologías de trabajo.
En los próximos años, estas nuevas tendencias van a continuar entrando en cada rincón de la educación. Espero que estos proyectos (y muchos más por empezar) consigan crecer y llevar sus modelos educativos a millones de estudiantes.
La educación del futuro
La tecnología está abriéndose paso, y ayudándonos finalmente a escalar la educación.
Estamos en pleno momento de cambio, y no hay mejor momento para liarse la manta a la cabeza y montar un proyecto de edtech. Requerirá mucho trabajo y más colaboración del sector privado y el público, pero os aseguro que merecerá la pena.
Gracias por leer Suma Positiva.
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