Hola, soy @samuelgil, Partner en JME Ventures.
Bienvenido a mi newsletter semanal, un lugar donde nos reunimos aquellos que creemos que la tecnología transforma juegos de suma cero en juegos de Suma Positiva.
Tengo el honor de haber sido nominado a los Premios BIGBAN Inversores Privados en la categoría “Persona destacada del sector”, junto a dos gigantes como Iñaki Berenguer y María Benjumea.
Estos premios se otorgarán en el marco de la 8ª edición del BIGBAN Investors Congress, los próximos 23 y 24 de noviembre en Valencia.
Para quienes no los conozcáis, Iñaki es uno de los emprendedores en serie españoles de más éxito, business angel y ahora VC desde LifeX, y María es, entre otros, la fundadora de South Summit, la conferencia sobre innovación y startups que tanto ha contribuido a poner el ecosistema español en el mapa a nivel internacional.
Mis logros, si es que alguno se me puede atribuir, son verdaderamente minúsculos en comparación con los suyos, así que os animo de corazón a que votéis a cualquiera de los dos. Yo ya me doy por satisfecho con haber salido en la foto a su lado.
Podéis hacerlo aquí.
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Black Friday, Cyber Monday, Navidades... De un modo u otro formamos parte de la industria del eCommerce. Pues bien, ¿recuerdas cuando se cayó WhatsApp e Instagram? Imagina ahora qué pasaría si se cayera el comercio electrónico en esos días clave. Sigue leyendo, encontrarás la solución al final.
Hola, soy Juanmi López, actuario atípico apasionado de la IA e involucrado en la industria de seguros desde hace más de 12 años y en Insurtech (seguros + tecnología) prácticamente desde que se acuñó el término. Junto a un equipo de gran talento hemos creado Cober.io, que permite a los eCommerce no sólo proteger su revenue frente a la interrupción de negocio por caídas de internet, sino aumentar su ticket medio gracias al seguro. Esto último ya lo están haciendo Apple, Amazon o Tesla y, por cierto, generando una importante nueva vía de ingresos… Ahora por fin se abre esa misma oportunidad para todos los eCommerce ya que Cober.io les facilita la posibilidad de ofrecer en el momento de compra microseguros que se adquieren en un click adaptados a su catálogo de productos (ejemplo: eCommerce especializado en ciclistas - seguro de bici). Sin integraciones ni coste para el eCommerce. Sin letra pequeña ni líos para sus clientes.
Seguros x eCommerce. Están a tiempo, aún.
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El éxito es un mito
Hay que desmitificar el éxito. Al menos en parte.
En muchísimos campos—en el de la empresa muy frecuentemente y en el de la inversión siempre—, el éxito no podría ser explicado sin lo que, a falta de un mejor nombre, llamamos suerte.
Y, como os podéis imaginar, con éxito me estoy refiriendo en este caso al reconocimiento a gran escala, a petarlo en algún campo de una cierta relevancia.
El éxito a nivel personal—¿quizás sería mejor referirnos a ello como felicidad?—se puede alcanzar por múltiples vías, muchas de las cuales no tienen mucho o probablemente nada que ver con la fama o la popularidad.
¿Cuál es el peso de la suerte el éxito?
Depende del tipo de actividad.
En un extremo tenemos las actividades dominadas por completo por la suerte, como por ejemplo la lotería o la ruleta del casino, y el otro extremo tenemos las actividades dominadas casi por completo por la habilidad, como por ejemplo el tenis o el ajedrez. Y en algún punto intermedio en ese espectro está el mundo de la empresa y de las finanzas.
Para Michael Mauboussin, una buena forma de averiguar en qué medida una actividad está dominada por la habilidad o por la suerte es preguntarnos si seríamos capaces de perder a propósito. Hasta donde yo sé, es imposible perder a propósito en la lotería pero es totalmente factible hacerlo en el ajedrez.
Centrémonos a partir de ahora en aquellos casos en los que hay partes de suerte y partes de habilidad, que son la inmensa mayoría.
¿En qué se diferencian principalmente los ganadores de los perdedores?
En la suerte que han tenido.
¿Quiere decir eso que la habilidad, el conocimiento, el esfuerzo y la perseverancia no importan y que por lo tanto no valen la pena?
No, en absoluto. Claro que importan. Las oportunidades son poco frecuentes y hay que estar preparado para cuando se presentan…si lo hacen.
Aunque sabemos que ganar la lotería es una cuestión puramente de suerte—y a pesar de ello la gente prefiere unos números a otros—, nos cuesta mucho más aceptar que triunfar en otros ámbitos tiene una componente importante fuera de nuestro control relacionada con estar en el momento adecuado en el lugar adecuado.
A las personas nos cuesta horrores atribuir una parte del éxito a los caprichos de la diosa Fortuna porque nuestro cerebro no está cableado así, sino más bien al contrario. Y si nos cuesta verlo en los demás, no os digo en nosotros mismos. Estamos diseñados para hallar patrones y causalidad en todos lados, incluso en los sitios más peregrinos. No podemos evitar ver formas en las nubes del cielo, en las manchas de tinta en un papel o en los gráficos de velas de la bolsa. La aleatoriedad—como a aquel otro la noche—nos confunde, como explicó magistralmente Nassim Taleb en Fooled By Randomness.
He comentado un par de veces con Jaime Rodríguez de Santiago que el mundo sería mucho mejor si la gente supiera más lógica, y es que el concepto de causalidad nos es a menudo esquivo.
Decir que el oxígeno es condición necesaria para la vida no quiere decir que sea suficiente. En todos los lugares donde hay vida hay oxígeno (vida → oxígeno es correcto), pero no en todos los lugares en los que hay oxígeno hay vida (oxígeno → vida es incorrecto). Sólo si el oxígeno fuera una causa de la vida, sería una condición necesaria y suficiente (lo que se expresaría como vida ←→ oxígeno).
Análogamente, podemos decir que la habilidad, el esfuerzo, la perseverancia, etc. son condiciones necesarias pero no suficientes para tener éxito. Lo que a su vez equivale a decir que todos los que han tenido éxito son buenos y se lo han currado, pero no a todos los que lo han hecho les ha bastado para tener éxito. A esta falacia lógica se la conoce como el sesgo del superviviente y es la plaga que asola todo libro, artículo o hilo de Twitter que intente explicar de forma determinista el éxito, al estilo de: “esto es lo que todos los millonarios/empresarios de éxito/[inserta tu ser mitológico favorito] tienen en común/hacen por la mañana”.
Por triste que parezca, poco se puede aprender del éxito. Se puede aprender mucho más del fracaso:
En términos empresariales es imposible saber qué hacer para triunfar, pero no es tan difícil saber qué no hacer para no fracasar.
En términos personales es imposible saber qué hacer para vivir más, pero no es tan difícil saber qué no hacer para no vivir menos.
Charlie Munger, el socio de Warren Buffett, nos invita siempre a darle la vuelta al problema o al argumento en su célebre “invert, always invert” o el “dime dónde voy a morir para no ir nunca allí”.
Por ello, un buen inversor—o al menos uno honesto—jamás podrá prometer que va a ayudar a sus participadas a triunfar. Como mucho puede ayudarlas a evitar que cometan errores.
Aunque esto no es del todo cierto.
A veces el mero hecho de que un inversor de prestigio invierta en la compañía puede aumentar a través del mecanismo de señalización sus probabilidades de éxito.
Decíamos en #37 El secreto del éxito que:
“El rendimiento influye en el éxito, pero, cuando el rendimiento no se puede medir, las redes son responsables del éxito.”
Así que cuando al principio de este artículo decíamos:
¿En qué se diferencian casi únicamente los ganadores?
En la suerte que han tenido.
No estábamos diciendo del todo la verdad.
Cuando el rendimiento no se puede medir objetivamente—como ocurre en una startup en una etapa temprana—, el estar en la red apropiada puede ser al menos una pequeña parte de la suerte que se necesita para el éxito.
Gracias por leer Suma Positiva.
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Lo suerte no es para quien la busca, sino para quien la encuentra y la sabe aprovechar. Refranero.
Samuel gracias una semana más por compartir, como digo siempre la suerte te tiene que pillar haciendo lo que estes haciendo, trabajando, desarrollando, invirtiendo, apostando, etc. saludos