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Consejos de vida de Kevin Kelly (2)
Continuamos sin más prolegómenos la serie que empezamos hace unas semanas sobre los maravillosos consejos de vida de Kevin Kelly.
La base de la madurez: que algo no sea culpa tuya no significa que no sea tu responsabilidad.
Habla bien de la gente a sus espaldas. Te volverá a ti.
Completarás tu misión en la vida cuando entiendas cuál es tu misión en la vida. Tu propósito es descubrir tu propósito. No es una paradoja. Es el camino.
Eres tan joven como la última vez que cambiaste de opinión.
Ignora lo que los otros estarán pensando sobre ti porque no estarán pensando sobre ti.
Escribir cada día sobre algo por lo que estás agradecido es el psicólogo más barato que existe.
Es mucho más fácil cambiar lo que piensas cambiando lo que haces, que cambiar lo que haces cambiando lo que piensas. Actúa según el cambio que buscas.
Puedes reducir cuánto te molesta lo que otros piensas aumentando tu entendimiento de por qué lo piensan.
Casi todo lo malo sucede rápido y casi todo lo bueno lleva tiempo.
Si tu objetivo no tiene un calendario, entonces no es un objetivo sino un sueño.
Sé un buen antepasado. Haz cosas que las generaciones venideras te puedan agradecer. Por ejemplo, planta un árbol.
La gente no puede recordar más de tres puntos en un discurso.
A los juegos finitos se juega para ganar o perder. A los infinitos, para seguir jugando. Busca juegos infinitos porque dan recompensas infinitas.
Es tu comportamiento y no tus opiniones lo que cambiará el mundo.
Un problema que puede ser resuelto con dinero no es realmente un problema porque su solución es obvia. Enfócate en problemas con soluciones no obvias.
Cada persona con la que te encuentres sabe muchísimo de algún tema del que tú no tienes ni idea. No será fácil ni obvio, pero tu labor es encontrar ese tema.
Para combatir a un adversario, hazte su amigo.
Sé frugal en todo excepto en tus pasiones. Elige unos pocos intereses en los que derrochar alegremente. De hecho, sé ahorrador en el resto para poder ser derrochador en tus pasiones.
Para gestionarte a ti mismo usa la cabeza. Para gestionar a los demás usa el corazón.
No dejes que la bandeja de entrada sea tu lista de tareas a realizar gobernada por otros.
Nunca trabajes para alguien en quien no te gustaría convertirte.
Muchas cosas maravillosas se vuelven rápidamente no maravillosas si se repiten demasiado frecuentemente. “Una vez en la vida” es a veces la frecuencia óptima.
Primero tienes que seguir las reglas con diligencia para poder luego romperlas con productividad.
El mejor profesor que existe es “hazlo”.
Todo lo que digas antes de un “pero” no cuenta.
Habla con la confianza del que tiene la razón, pero escucha con la atención del que no la tiene.
La productividad es muchas veces una distracción. No busques formas de hacer tus tareas más rápidamente. Busca mejores tareas que no quieras dejar de hacer nunca.
Pide dinero a los inversores y te darán consejo. Pídeles consejo y te darán dinero.
No sigas repitiendo los mismos errores. Intenta cometer siempre errores nuevos.
Tu crecimiento como persona madura se mide en el número de conversaciones incómodas que quieres tener.
Necesitas tres cosas:
La capacidad de no abandonar algo hasta que funcione;
La capacidad de abandonar algo que no funcione; y
La confianza en otras personas para que te ayuden a distinguir entre ellas.
Cuando quieras abandonar, haz cinco más. Cinco minutos más, cinco páginas más, cinco pasos más. Y repítelo. Así, a veces podrás superar el bache y continuar, pero, aunque no puedas, habrás acabado cinco más adelante. Cuéntate a ti mismo que lo dejarás mañana, no hoy.
Lo que haces en los días malos cuenta más que lo que haces en los buenos.
Pregúntale a alguien a quien admires. Verás que sus golpes de suerte llegaron mientras estaba dando un rodeo intentando llegar a su meta principal. Así que disfruta de los rodeos. La vida no es una línea recta para nadie.
Conseguirás mucho mejores resultados alabando el buen comportamiento que castigando el malo, especialmente en niños y animales.
Cuando no sepas qué pagar a alguien por una tarea pregúntale “¿qué te parecería justo?” Su respuesta normalmente lo es.
Gracias por leer Suma Positiva.
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Cada uno de estos aforismos son una estrella que no deja de brillar ni en los días más nublados. Pueden marcar tu norte o tu sur. Caviar en cuchara de postre para reposar con mucha calma.
Maravilloso. Llegue aquí a través de Kapital. Me quedo.