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Hola, soy @samuelgil, Partner en JME Ventures.
Bienvenido a mi newsletter semanal, un lugar donde nos reunimos aquellos que creemos que la tecnología transforma juegos de suma cero en juegos de Suma Positiva.
Ion Cuervas-Mons, nuestro invitado de hoy ha sido y es muchas cosas: músico, arquitecto, emprendedor, CEO y ahora ayuda a montar negocios digitales.
Aunque seguro que muchos le conocéis más por su fantástico podcast: Intercambio Iónico, en el que hace poco tuve la suerte de ser invitado para hablar sobre emprendimiento, crecimiento personal y filosofía de vida, usando como hilo conductor el libro “Cortar leña y llevar agua”.
Ion ha aceptado el peliagudo encargo que le hice: “Ion, en Suma Positiva hemos hablado bastante de longevidad, salud y crecimiento personal desde múltiples ángulos y perspectivas, pero nunca hemos tocado el tema de la meditación y la espiritualidad. Dado que es un tema que te interesa, conoces y practicas, ¿te atreves a escribir algo sobre ello?”
Y aquí está hoy el resultado de esta valiente colaboración. Espero que os guste.
Esta edición de Suma Positiva ha sido patrocinada por:
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Los mundos invisibles
por Ion Cuervas-Mons
Escribir sobre espiritualidad es como tomar una sopa con tenedor. No sé si seré capaz de profundizar en un conocimiento tan poco empírico solo con palabras. Cómo dice Andrew Huberman en su entrevista a Rick Rubin: “Explicar la espiritualidad a través del lenguaje es como usar números pares para acceder a números impares.“
Deben ser las crisis existenciales que he sorteado a lo largo de mi vida o puede que sean las décadas de psicoanálisis de las que he disfrutado, el caso es que empiezo a creer una serie de cosas que no son nada obvias que me apetece compartir.
Puede que la palabra espiritualidad no te encaje del todo y probablemente lo relacionas con la religión organizada. Si prefieres, piensa que hablo de conexión, de la capacidad de sintonizar con un conocimiento que trasciende a lo racional.
La espiritualidad es un nivel de desarrollo
Simplificando los niveles de desarrollo de Ken Wilber, existen cuatro etapas por las que los individuos y las sociedades pueden pasar a medida que evolucionan.
Cada nivel tiene una manera de percibir el mundo y en cada uno se desarrolla un conocimiento diferente:
El nivel arcaico está definido por las necesidades primarias y por la supervivencia. En esta etapa no existe una distinción entre el individuo y su entorno.
El nivel mágico-mítico está marcado por un pensamiento animista en el que se le atribuye vida e intención a los objetos y se usan los mitos y las narrativas para dar sentido al mundo. En este nivel se desarrollan las emociones y el instinto.
Después llega el nivel racional, donde se construyen las habilidades para el pensamiento abstracto y se comprenden la lógica o la matemática. El ego toma un papel central en esta etapa.
Pero el desarrollo continúa en el nivel espiritual, donde se reconocen la interdependencia entre las personas y los sistemas en los que están inmersos; y se experimentan realidades sutiles que no responden a un conocimiento empírico.
Si me pongo en plan arquitecto, más que escalones independientes, los niveles serían plantas de un edificio en altura. Se construyen uno encima del otro y si los pilares de una planta no están bien dispuestos es posible que salgan grietas o, peor aún, se desmorone la siguiente. Las plantas más altas no reemplazan a las más bajas, en realidad las integran y las amplían.
En este edificio no hay ascensores para llegar directamente arriba, hay que subir por las escaleras. Según Wilber, es necesario pasar por la razón para llegar a experimentar otras realidades superiores:
“Es verdad que la racionalidad introduce la comprensión más abstracta de las matemáticas, la lógica y la filosofía, pero esto es totalmente secundario respecto al principal signo que define la razón: la razón es un espacio de posibilidades, posibilidades no sujetas a lo obvio, lo dado, lo mundano, lo profano. La razón, como dijimos anteriormente, es la gran puerta hacia lo desconocido, el comienzo de los mundos invisibles; normalmente, esto es lo último que la gente piensa de ella”
—Ken Wilber (Sexo, Ecología y Espiritualidad).
Pero la razón no es suficiente y aquí es donde la meditación se convierte en la herramienta fundamental para reducir el ruido que generan nuestros pensamientos y así poder escuchar señales más sutiles. Llevo 3 años practicando meditación a diario y para mi ha sido la guía definitiva para comprender que la consciencia va más allá de lo que nuestra mente racional nos deja ver.
Ahora puedo imaginarte arqueando una ceja, convencido de que me estoy metiendo en un pantano de arenas movedizas, y no te culpo. Allá voy con un pasito más: el nivel espiritual implica la apertura a realidades más amplias y el reconocimiento de patrones y conexiones más allá de la comprensión racional.
El ego deja de querer controlarlo todo y aparece la sincronicidad (1) en el día a día, confías en la intuición (2) de forma consistente y la creatividad (3) se convierte en una necesidad básica:
1. Rendirse a los resultados
Según C.G. Jung, la sincronicidad es una coincidencia significativa de dos o más acontecimientos, en la que interviene algo más que la probabilidad del azar. Todos hemos vivido momentos en los que las cosas se conectan de forma casi increíble, en los que acontecimientos que nunca podrían predecirse, y mucho menos controlarse, parecen guiarnos de forma extraordinaria.
Esto tiene mucho que ver con la idea de rendirse a los resultados, puedes darle muchas vueltas a tus objetivos pero hasta que no te olvidas de ellos y sueltas las riendas, las conexiones no suceden.
”En lugar de controlar la vida, finalmente aprendí lo que significaba permitir que la vida fluyera a través de mí. Sin el control, hay altos y bajos más intensos, y me sentí mucho más en riesgo que nunca antes. Pero este tipo de vulnerabilidad va de la mano con el camino que estoy describiendo, el camino que se revela a medida que caminamos.”
— Joseph Jaworski (Synchronicity)
2. Confiar en la intuición
“La intuición es la capacidad de aprehensión directa de información, sin pasar por los procesos lógicos lineales en los que se involucra la mente racional. Es la única herramienta con la que se puede experimentar—y no sólo “saber acerca de”—las realidades no lineales.”
— Gonzalo Rodríguez-Fraile (Un nuevo paradigma de la realidad)
Sabemos muy bien cuándo estamos razonando, aunque sólo sea por el hecho de que utilizamos energía y nos cansamos, y porque se trata de un proceso secuencial (A lleva a B, que a su vez lleva a C). Pero el instinto y la intuición aparecen ambos de un modo mucho más rápido y directo. Un punto clave para entender la intuición es ser capaz de diferenciarla del instinto. La idea es que el instinto (pre-racional), relacionado con la supervivencia y las emociones, es útil pero crea sesgos cognitivos que nos pueden confundir a la hora de tomar decisiones (sistema 1 de Kahneman). En cambio la intuición (post-racional) es otra cosa, está a un nivel superior y es mucho más precisa.
Casi todo el mundo entiende la ventaja evolutiva de la razón sobre el instinto y la mayoría de sistemas educativos nos han entrenado para “filtrar” los instintos a través de la razón. Así la mayoría de la gente ha aprendido que usar ésta produce mejores resultados que no hacerlo. Pero este filtrado tan necesario desde los instintos hacía la razón ha atrofiado nuestra capacidad para la intuición.
3. Imaginar realidades alternativas
“Sin el componente espiritual, el artista trabaja con una desventaja crucial. El mundo espiritual proporciona una sensación de asombro y un grado de amplitud de mente no siempre presente dentro de los límites de la ciencia. El mundo de la razón puede ser estrecho y lleno de callejones sin salida, mientras que una perspectiva espiritual es ilimitada e invita a posibilidades fantásticas.”
—Rick Rubin (The Creative Act)
Creo firmemente en esta idea y no solo para los artistas. Si la creatividad es hacer realidad algo que antes no existía, la espiritualidad, tal como la entiende Rubin, se puede aplicar en múltiples ámbitos y tiene mucha más relevancia de la que pensamos.
Rory Sutherland lo expone con claridad:
“Hay muchas más ideas que puedes post-racionalizar de las que puedes pre-racionalizar. Esto explica en parte el increíble papel de la suerte en el descubrimiento científico. Pero también explica el uso de la creatividad, la intuición, la inferencia o el salto que surge a través de alguna parte del cerebro que es realmente buena imaginando realidades alternativas.”
Conclusión
Debemos extender nuestras antenas para sintonizar y ampliar nuestro conocimiento sin poner limites preconcebidos. He preguntado mucho sobre el éxito en mi podcast y la espiritualidad es un elemento imprescindible para conseguirlo. Si prestas atención a las señales más sutiles descubrirás un potencial ilimitado. Ahí fuera hay mucho más de lo que pensamos y es mejor tomar una sopa con tenedor que quedarse sin probarla.
Fuentes / Para profundizar:
Gracias por leer Suma Positiva.
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#163 Los mundos invisibles
Hay una errata --> el dibujo está mal: el escalón de arriba del todo debe ser lo racional 😆
Ahora en serio, le voy a dar una oportunidad a estas ideas, aunque me cueste. De hecho, llevo un tiempo haciéndolo, con resultados interesantes (e inexplicables 😉)
.... Silence