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#145 Navegando la tormenta de 2023
Hola, soy @samuelgil, Partner en JME Ventures.
Bienvenido a mi newsletter semanal, un lugar donde nos reunimos aquellos que creemos que la tecnología transforma juegos de suma cero en juegos de Suma Positiva.
Os comparto un reflexión que hice a los emprendedores de JME Ventures hace unas semanas, ahora que 2022 se aproxima a su fin y hay que planificar 2023.
Espero que os sea útil.
Esta edición de Suma Positiva ha sido patrocinada por:
Que lo urgente no te distraiga de lo importante: Aprende a delegar las tareas para poderte focalizar mejor en tu negocio.
Hola, soy Patricio, Fundador y Managing Partner de Intelectium, consultora financiera con más de 18 años de experiencia ayudando a startups y pymes tecnológicas de la talla de Glovo, Seedtag y Exoticca a tomar el control de su situación financiera y conseguir la financiación que necesitan para crecer de manera sostenible.
Durante estos últimos años como emprendedor e inversor he visto a multitud de CEOS de startups con alto potencial incapaces de explotar el verdadero potencial de su negocio y llevarlo a otro nivel. ¿Por qué? La respuesta la tengo clara. La dificultad para priorizar y focalizarse en aquello que realmente aporta valor al negocio, pues llega un punto en que las tareas administrativas y financieras empiezan a ocupar más tiempo de la cuenta en el día a día del CEO o fundador del proyecto.
Por este motivo, creamos nuestro servicio de CFO externo, para poder cubrir todas las tareas administrativas y financieras de tu startup y que así puedas invertir tu tiempo en otras cosas que aporten más. El equipo de Intelectium, con más de 25 años de recorrido y experiencia en estrategia, finanzas y startups, detectará todas las áreas de mejora y te brindará el soporte necesario en cada una de ellas. adaptándonos a tus necesidades y ayudándote a tener todo bajo control, como si fuéramos una extensión de tu equipo.
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Navegando la tormenta de 2023
Hace un par de semanas compartí con nuestras participadas una carta que Arjun Sheti, fundador de la firma Tribe Capital y compañero mío en Kauffman Fellows, envió a su vez a sus participadas a mediados de noviembre.
Arjun hacía en la carta una recomendación clarísima a sus participadas:
Que hicieran todo lo necesario para poder sobrevivir 2023 y 2024 sin ninguna inyección de financiación externa.
¿Las razones para dar tal consejo?
Que, según sus análisis, en los próximos años vamos a vivir una sequía importante en las etapas intermedias (Series A y Series B) del embudo del venture capital.
Cuando el capital disponible para financiar compañías en estas etapas se contrae un 50%, eso no significa que todas las compañías vayan a recibir un 50% menos de financiación, sino que lo más probable es que el 50% de las compañías no reciban ninguna financiación. Es imprudente pensar que será posible obtener financiación en condiciones peores. Simplemente muchas compañías no la obtendrán en absoluto y se verán obligadas a echar el cierre.
Resaltemos antes de seguir que él se refiere en todo momento al mercado americano.
En su opinión, la era de “crecer a cualquier coste” que hemos vivido en 2020/2021 se ha acabado. Ahora es preferible apuntar a crecer a unas tasas interanuales del 50-100% con una eficiencia mayor que crecer un 500% YoY con unas economías unitarias mediocres.
A la hora de hacer recortes en costes, Arjun recomienda ir un poco más allá de a lo que nos veamos inclinados inicialmente. Despedir a personas es durísimo, pero ir haciéndolo poco a poco es letal para la moral del equipo y de la propia compañía en muchos casos.
El mercado volverá en algún momento a premiar el crecimiento, como siempre ha hecho, pero hay que estar preparados por si ese momento llega más tarde de lo esperado. De ahí la importancia de asegurarnos que estaremos vivos entonces para poder seguir en la lucha.
La carta de Tribe es muy interesante e invita a hacer unas reflexiones importantes, pero no es conveniente tomarse ningún consejo genérico al pie de la letra. Cada situación es un mundo y cada CEO junto con sus Consejos debería decidir qué es lo que más conviene a su compañía.
Añado a lo anterior que nadie sabe nada, menos aún sobre el futuro. Los macroeconomistas existen para no dejar tan mal a los astrólogos, pero poco más.
Coincido con que el clima del mercado de venture capital en 2023 será duro, por los siguientes motivos, y no sólo en las etapas mencionadas:
Habrá más demanda de capital:
Ante la percepción de que la situación en los mercados en la segunda parte de 2022 era mala, muchas compañías han retrasado sus rondas. Nosotros apreciamos una caída notable en nuestro dealflow desde septiembre comparado con el mismo periodo del año anterior. No obstante, algunas de estas compañías que han retrasado sus planes no podrán ir más allá de 2023 sin salir al mercado, con lo que habrá más compañías de lo habitual buscando financiación (las que naturalmente les tocaba sumadas a las que lo han ido retrasando).
Habrá menos oferta de capital:
En fases growth (series B en adelante) no está habiendo casi rondas a pesar de que los fondos tienen mucho dinero que poner a trabajar, porque no se está produciendo el ajuste de múltiplos que se ha visto en los mercados públicos. Como es lógico, nadie quiere invertir a valoraciones de 2021, pero hacer un down round (una ronda a una valoración menor que la de la última ronda) es también un gran problema (posible disparo de cláusulas antidilución, opciones de empleados under water) con el que pocos inversores quieren lidiar. Algunos emprendedores se arrepentirán ahora de haber levantado rondas a valoraciones demasiado altas o con demasiada “estructura”.
En fases más tempranas, aunque somos algo menos sensibles a las valoraciones (invertimos con la vocación de desinvertir en 7-10 años), siempre hay transmisión aguas abajo de lo que ocurre más adelante. Y, además, como somos fondos más pequeños, nos vamos quedando sin dinero pero preferimos esperar para hacer fundraising—exactamente igual que las startups—con la expectativa de que la coyuntura mejore o al menos que haya menos incertidumbre, con lo cual invertimos más lentamente.
La oferta que haya será más exigente:
Todos los inversores (nosotros incluídos) tenemos la sensación (más bien la certeza) de haber invertido demasiado rápido y demasiado caro en 2020-2021, con lo cual estamos re-evaluando (es decir, endureciendo) nuestros criterios de inversión.
De acuerdo a todo lo anterior y a la situación particular de cada uno, se abren varias posibilidades.
Es probable que la situación no sea tan negativa, o que incluso sea positiva, para las compañías que tengan mucho dinero en la caja y un modelo de negocio que funcione eficientemente. Sequoia volvió hace unos días a citar a Ayrton Senna con eso de que “es difícil adelantar a 15 coches cuando hace sol pero lo puedes hacer cuando llueve”. A lo que algunos les han replicado que la cita está muy bien pero que Ayrton Senna se mató (aunque lo hizo por un fallo mecánico y no de conducción). En estos casos yo apostaría por seguir creciendo al menos a tasas del 100%. Es esperable tener menos competencia, tener acceso a más talento a mejor coste y a unos costes de marketing también menores.
Si no estás en una situación tan privilegiada y tienes que elegir entre rentabilidad o volver a salir al mercado de capitales, la cosa se complica:
El que es rentable no depende de los mercados de capitales y es por tanto libre, pero si hay que tomar medidas muy drásticas puede que acabe siendo rentable en un lugar no demasiado bueno: una empresa zombie que cubre costes pero que es demasiado pequeña para ser atractiva para una adquisición o para generar dividendos. Aunque se sobreviva a la tormenta de 2023-2024 suele ser difícil volver a crecer deprisa una vez que se pierde momentum.
Creo que en la mayor parte de los casos sigue mereciendo la pena intentar ser “default fundable” (poder alcanzar las métricas necesarias para levantar una siguiente ronda con la caja disponible), que ser “default alive” (poder entrar en rentabilidad con la caja disponible), como decía David Sacks en mayo:
You’ve got to be realistic about whether you are investable. It takes mostly “great” metrics, maybe one or two “good” ones, and no disqualifiers (“danger zone”). We’ve tried to be precise about what this means for SaaS startups.Most important: You have to honestly assess your ability to fundraise in a downturn. The bar has gone way up. Give yourself time to fix any problems in your business. Cut burn asap to give yourself that time. https://t.co/oBdWElxj7SDavid Sacks @DavidSacksEl problema de este enfoque es que, además de que es más arriesgado, ahora mismo no está nada claro—si es que alguna vez lo está—qué es lo que esperan los inversores de las siguientes rondas, porque todo está ahora mismo en “estado fluido”. De ahí que ahora más que nunca sea importante identificar con tiempo quiénes son esos potenciales inversores, establecer una relación con ellos y entender qué es lo que buscan (a sabiendas de que esto siempre puede ser un “objetivo móvil”). Recordad en cualquier caso aquí que mi opinión puede estar sesgada, porque como VCs estamos incentivados a pediros que asumáis más riesgo.
Estés en la situación que estés, creo que este año todo el mundo debería trabajar en tener un Plan B (escenario de menos crecimiento pero más eficiente) y un Plan C (entrar en rentabilidad) y debatir con su consejo por qué camino ir. Aunque como dije anteriormente nadie sabe nada sobre el futuro, ahora mismo tener varias opciones y saber cuándo activarlas en caso de necesidad será más importante que nunca.
Por último, os dejo otro recurso que me ha parecido valioso:
Gracias por leer Suma Positiva.
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