Solía haber un término para referirse a esa intuición y que era importante en la sociedad y era el Crédito de una persona. El Crédito que iba más allá de su calidad crediticia estaba íntimamente ligado a su reputación, prestigio, integridad, honor... Esa intuición, que era generalizada en la comunidad, se materializaba en una confianza que la propia comunidad depositaba en las empresas que esa persona emprendía ya fuera a través de créditos financieros o apoyo laboral.
En ese contexto, cuidar la reputación y el honor familiar se volvía algo sumamente delicado, como se ha representado tantas veces en el cine ambientado en la época victoriana.
Interesante, pero yo no soy inversor. ¿No soy inversor? Bueno, quizás sólo es que no he usado dinero. Quizás es que no he usado datos duros, explícitos y si demasiada intuición, esa que emerge de los datos confusos que nos sugieren las tripas. La mayoría somos inversores sin métricas, pero sistemáticos. Y es imposible no invertir en relaciones humanas. Montamos nuestras intuiciones sobre sesgos, prejuicios, estados personales, educación, grupos, culturas, momentos y un inmenso todo lo demás. Un mar de inputs. Está claro que es la lucha por el control o la previsión del próximo estado del sistema. Y parece claro que si todos conociéramos todos los estados no habría inversores. Invertir siempre es una apuesta, la expresión de una esperanza. ¿Cuál es el nuevo indicador que puede dar una 'ventaja' significativa para conocer el próximo 'estado' del sistema? No tengo idea. Pero siempre se puede construir un indicador así sea tan subjetivo y personal como la intuición. Un indicador que debe ser observado, escuchado y educado para compartir la mesa.
Gracias Samuel por sacudir periódicamente las telarañas de mi cabeza.
Solía haber un término para referirse a esa intuición y que era importante en la sociedad y era el Crédito de una persona. El Crédito que iba más allá de su calidad crediticia estaba íntimamente ligado a su reputación, prestigio, integridad, honor... Esa intuición, que era generalizada en la comunidad, se materializaba en una confianza que la propia comunidad depositaba en las empresas que esa persona emprendía ya fuera a través de créditos financieros o apoyo laboral.
En ese contexto, cuidar la reputación y el honor familiar se volvía algo sumamente delicado, como se ha representado tantas veces en el cine ambientado en la época victoriana.
Los chinos lo han incluido en una app.
Gracias Suma Positiva por esta perspectiva del valor de intangibles, que se convierten el motores de generación de valor!
Ese "alma" de algunas compañías que se materializa en excelencia en gestión, mentalidad de fundador / startup, ambición y reinvención colectiva...
El oráculo encuentra textos valiosos entre la maleza!!! Quality. Turrón.
Interesante, pero yo no soy inversor. ¿No soy inversor? Bueno, quizás sólo es que no he usado dinero. Quizás es que no he usado datos duros, explícitos y si demasiada intuición, esa que emerge de los datos confusos que nos sugieren las tripas. La mayoría somos inversores sin métricas, pero sistemáticos. Y es imposible no invertir en relaciones humanas. Montamos nuestras intuiciones sobre sesgos, prejuicios, estados personales, educación, grupos, culturas, momentos y un inmenso todo lo demás. Un mar de inputs. Está claro que es la lucha por el control o la previsión del próximo estado del sistema. Y parece claro que si todos conociéramos todos los estados no habría inversores. Invertir siempre es una apuesta, la expresión de una esperanza. ¿Cuál es el nuevo indicador que puede dar una 'ventaja' significativa para conocer el próximo 'estado' del sistema? No tengo idea. Pero siempre se puede construir un indicador así sea tan subjetivo y personal como la intuición. Un indicador que debe ser observado, escuchado y educado para compartir la mesa.
Gracias Samuel por sacudir periódicamente las telarañas de mi cabeza.