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¿Hablamos?
Los Siete Pecados Capitales de los Consejos de Administración en Startups
Aunque no es la primera vez que toco en Suma Positiva el tema Consejos de Administración en el ámbito startup/venture capital, hoy lo haré desde el ángulo los pecados que—a mi juicio—se cometen más a menudo.
¡Que Peter Thiel nos pille confesados!
1) No hacerlo presencial
A todos nos da pereza en la era post-covid desplazarnos para una reunión de trabajo, no digamos si ésta es en otra ciudad o país. Pero la verdad es que la calidad de las interacciones en persona sigue siendo órdenes de magnitud superior a la de las telemáticas.
Quizás hacer que todas las reuniones del consejo sean presenciales no es necesario, pero creo que al menos una de cada dos debería serlo.
2) No hacerlo social
Un grupo de personas colabora mucho más fructíferamente cuando entre sus miembros se establecen lazos que van algo más allá de lo meramente profesional.
Aunque podría parecer que estoy sugiriendo pecar de gula, compartir mesa y mantel es una de las mejores formas que conozco para que estas interacciones tan valiosas se produzcan.
Organiza un pequeño acto social (desayuno, comida, cena…) alrededor de cada reunión presencial del consejo para que sus miembros se conozcan más y mejor en un ámbito no estrictamente profesional.
3) Hacerlo demasiado largo
Si hay algo con con lo que soy tremendamente avaricioso (y sin remordimientos) es con mi tiempo. Todo el mundo debería serlo, pues el tiempo es lo más valioso que tenemos en la vida.
¿Consejos de 3 ó 4 horas, costosísimos de preparar, que aportan muy poco valor a nadie porque nadie tiene hoy en día una capacidad de atención tan larga? No, gracias.
¿Intervenciones larguísimas de personas que tienen poco o nada de valor que aportar pero que les encanta escucharse a sí mismas? No, gracias.
Elige bien los temas a tratar y limita la duración del consejo a 1,5h o a lo sumo 2h. Si ves que alguien está “secuestrando” la reunión, invítale amablemente a tratar el tema en otro lugar y momento.
4) Invitar a demasiada gente
Estoy en consejos en los que hay más gente que en una orgía. Además de que podríamos estar sucumbiendo a la lujuria, ¿os habéis dado cuenta cómo se degrada la calidad de una conversación una vez que se pasa de las 4 ó 5 personas? Y no sólo esto. Cuando más gente, más se diluye la responsabilidad y nadie acaba haciendo nada.
Para evitar acabar teniendo un “gallinero” limita el número de inversores por ronda. Una frase que me gusta mucho es “el número de inversores en una ronda es como el número de Martinis en una comida: uno es poco, tres son demasiados”. No des alegremente la condición de observador a nadie.
5) Evitar los temas incómodos
Si hay algo que desata mi ira en un consejo es cuando, después de haber invertido 3 ó 4 horas, en remoto, sin un evento social de por medio, me doy cuenta de que se está tratando de evitar hablar de un tema controvertido. Los consejos están precisamente para tratar este tipo de cosas. Ocultar aquello que no va bien es la mejor forma que se me ocurre para hacer que la gente pierda la confianza.
Saca a la luz cualquier tema controvertido o incómodo y dedícale tiempo en la agenda para que todo el mundo se dé por informado y eventualmente puedan ayudar a encontrar una solución.
6) Confundirlo con un comité de dirección
Uno de los errores más comunes que veo en los consejos de administración es confundirlos con un comité de dirección. En un comité de dirección se invita a los responsables de cada área para poner en común y discutir los pormenores de la táctica y la operativa.
Un consejo de administración es algo diferente. En él se discute a alto nivel todo aquello que pueda afectar al valor de la compañía. Como escuché a alguien hace ya tiempo, los consejos están para tratar los “qués” y los “porqués”, no los “cómos”, que es lo que se trata en los comités de dirección.
¿Sabes qué ocurre si entras a debatir los “cómos” en un consejo? Que gente sin información, contexto, formación, experiencia, etc. se va a poner a opinar. Es absolutamente inevitable y, sin querer pecar de soberbia, es un mal uso del tiempo de todo el mundo. Si por alguna casualidad algún miembro del consejo tiene conocimiento o experiencia relativa en algún campo, haz una sesión aparte con ese miembro y las personas apropiadas de la organización.
Somete a la opinión y decisión del consejo de administración sólo aquellas decisiones que puedan tener un gran impacto en la creación de valor.
7) No tomar el control
Para muchos emprendedores el consejo de administración es, en lugar de un alto en el camino para la reflexión y la decisión, un momento de “examen” ante sus socios. Desde luego que no los envidio. Es cierto que algo de lo anterior hay, pero un consejo no debería quedarse sólo en eso.
El consejo no está solo para reportar a tus socios, sino para que te ayuden o al menos sean conscientes de cuáles son ahora mismo tus principales preocupaciones. Ante cada decisión o situación, expresa de antemano tu opinión u opción preferida y deja que luego los demás expresen la suya.
Gracias por leer Suma Positiva.
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#176 Los Siete Pecados Capitales de los Consejos de Administración en Startups
Me falta uno: No preparar los consejos adecuadamente.
Vas a los consejos casi sin haber estudiado la documentación y haber analizado la situación (y eso que pedimos tenerla por adelantado). No hablamos con personas clave de la organización, nos creemos lo que nos cuenta el CEO y luego "sorpresa".
Me incluyo, aprendido a base de experiencia.
Lo preparas bien, evitas el punto 3 y vas directo al punto 5.