#231 Tres preguntas para crear y recorrer tu propio camino de aprendizaje
Porque aprender sí ocupa lugar
Hola, soy Samuel Gil.
Esto es Suma Positiva, una publicación sobre tecnología, negocios y humanos leída por más de 29.500 personas cada semana.
Hace unas semanas, Sergio San Juan, quien ya nos acompañó en Suma Positiva hace unos meses, me sorprendió con un mensaje inesperado. Me escribió:
Hola, Samu:
aunque no lo sepas, el libro de Aprendizaje Infinito surgió gracias a ti. Álvaro (Arpa) me escribió a raíz del texto que escribí en Suma Positiva.
Me encantaría que fueras uno de los primeros en echarle un vistazo y me ayudaría mucho si pudieras dedicarle unas breves palabras. En el mundo editorial las llaman elogios y sirven para que, especialmente a escritores novatos, los periodistas y los medios nos den oportunidades.
Si conoces a Sergio, sabrás que es de esas personas a las que es imposible no querer apoyar, hagan lo que hagan. Así que me sumergí en su libro y aquí va el “elogio” que le escribí:
La curiosidad es el motor que impulsa el verdadero aprendizaje.
En un mundo que premia la especialización y la certeza, Aprendizaje Infinito es una invitación a explorar lo desconocido, a cuestionar lo establecido y a recorrer caminos que pocos se atreven a transitar.
Con valentía y apertura, Sergio San Juan nos muestra que el aprendizaje no es un destino, sino un viaje sin fin: un proceso de descubrimiento constante que nos transforma y nos desafía a ser siempre principiantes.
Este libro es para quienes se resisten a la comodidad de lo sabido, para los que encuentran en cada pregunta una puerta hacia nuevas posibilidades.
Porque aprender no es acumular respuestas, sino atreverse a seguir preguntando.
Hoy Sergio vuelve para compartir algunas claves sobre cómo transitar ese fascinante camino.
Antes de cederle la palabra a Sergio, os dejo por aquí un enlace al primer artículo que escribí ayer para Hybrid Stuff, mi nuevo proyecto personal sobre fitness híbrido y funcional, del que os hablé hace unos días.
Esta edición de Suma Positiva ha sido patrocinada por:
El CFO externo, un perfil en auge en las startups españolas.
¿Quién se encarga de la planificación financiera en tu empresa? Si la respuesta que te viene a la cabeza es alguna de las siguientes: “¿qué es la planificación financiera?”, “no la lleva nadie”, “la llevo yo como puedo, aunque no sea CFO” o “de esas cosas creo que se encarga la gestoría”, quizá no sepas que, según CB Insights, el 44% de las startups fracasan por carencias en la gestión de la liquidez. Si esto te preocupa, estás a unas líneas de encontrar la solución ideal para solventar este gran problema presente en muchas startups a día de hoy.
Somos Andseed, y tras haber trabajado con más de 200 startups españolas y la mayoría de VCs de España, hemos validado nuestro servicio de CFO externo como la solución perfecta para profesionalizar las finanzas de tu empresa a un precio competitivo.
¿Aún no tienes claro si necesitas un CFO externo en tu compañía?
Pincha en el botón de abajo para descargar gratuitamente nuestra Plantilla básica para Gestión del Cashflow con la que podrás comenzar a mejorar la planificación financiera de tu empresa.
Si quieres más información sobre nuestro servicio de CFO externo escríbenos a info@andseed.com poniendo en el asunto “CFO externo x Suma Positiva” y te contaremos cómo podemos ayudarte a llevar tu empresa al siguiente nivel.
¿Quieres patrocinar una edición de Suma Positiva? Toda la info aquí.
Tres preguntas para crear y recorrer tu propio camino de aprendizaje
Gracias a la edición de Suma Positiva que escribí hace dos años, conocí a Álvaro Palau. Fruto de ese encuentro acaba de nacer Aprendizaje infinito, el libro.
Aprovechando que Samu me ha vuelto a abrir las puertas de su casa digital, quiero contarte cómo el aprendizaje nos libera y las tres fases del eterno aprendiz.
La mejor época para aprender
La educación tradicional se mueve demasiado despacio. Quizá porque proviene de un tiempo en el que el conocimiento no era tan accesible. Quizá porque está pensado para llegar al máximo número de personas.
El sistema educativo sirve café para todos y hay personas a las que no les sienta bien la cafeína y otras que, simplemente, prefieren un vaso de leche. El ritmo medio aburre al más capaz por la falta de estímulos y retos, y frustra al más rezagado por el exceso de conceptos que no logra comprender a tiempo.
La tecnología cambió, cambia y seguirá cambiando las reglas del juego. Internet permite una educación más amplia y profunda que cualquier universidad. Las mejores mentes comparten sus ideas en abierto y cualquier curioso puede aprender sin pedir permiso.
Este entorno de infinitas posibilidades se parece al cuento La Biblioteca de Babel. Borges imagina un lugar en el que se puede encontrar cualquier libro.
«Todos los hombres se sintieron señores de un tesoro intacto y secreto. No había problema personal o mundial cuya elocuente solución no existiera: en algún hexágono».
El problema es encontrar qué hexágonos merecen tu tiempo y atención.
Aprender sí ocupa lugar
Hipócrates escribió hace 2400 años: «ars longa, vita brevis». El arte es largo y la vida breve. Nuestro tiempo y atención son limitados. Y el conocimiento que podemos aprender los supera.
Borges también capturó el problema en su cuento:
«A la desaforada esperanza, sucedió, como es natural, una depresión excesiva. La certidumbre de que algún anaquel en algún hexágono encerraba libros preciosos y de que esos libros preciosos eran inaccesibles, pareció casi intolerable».
En 1971, el economista Herbert Simon acuñó la «economía de la atención». En un mundo abundante en información el factor limitante es la atención. Cuando decides aprender algo, decides no aprender todo lo demás. Cuando pones tu atención en estas líneas, ya no puedes ponerla en el resto de hexágonos.
Puedes aprender cualquier cosa pero no puedes aprenderlo todo.
Las 3 fases del aprendizaje
¿Qué aprender?
El viaje del aprendiz empieza con esta complicada pero inevitable pregunta. No existe una respuesta universal. Cada uno —y eso te incluye a ti— debe encontrar sus propias respuestas. Las mejores se encuentran en el interminable proceso de conocerte a ti mismo.
5 preguntas han sido las que a mí más me han ayudado a elegir qué aprender:
¿Dónde te lleva la curiosidad? Explora aquello que despierta tu interés. Pierde el tiempo probando hasta encontrar aquello que se te da bien. Haz lo que te hace olvidarte del reloj.
¿Qué problema quieres resolver? No caigas en el falso dilema de especialista o generalista. Deja que los problemas que quieres resolver, y no las arbitrarias disciplinas, guíen tu aprendizaje.
¿Quién quieres ser? Aprende lo que te acerca a quienes admiras y lo que te aleja de en quienes odiarías convertirte.
¿Qué te dice el silencio? Pasa tiempo solo. Escribe para evitar autoengaños. Rodéate de buena compañía para no caer en los vicios de la soledad. En esa reflexión solitaria y honesta encontrarás las respuestas.
¿De qué te vas a arrepentir? Tras la aterradora apariencia del miedo encontrarás un poderoso criterio para decidir. Minimizar el arrepentimiento futuro fue lo que empujó a Bezos a fundar Amazon. Vive fiel a ti mismo, eligiendo lo que quieres aprender, no lo que los demás esperan que aprendas.
Elegido qué aprender, toca descubrir la mejor forma de aprenderlo.
¿Cómo aprender?
No se aprende igual una habilidad como preparar una HYROX que una serie de ideas abstractas como el pensamiento de Platón. Cómo aprender depende de qué aprendes. Para no ahogarte entre los infinitos matices, necesitas un punto de partida útil.
Estos 5 principios te servirán de guía:
Sé directo. No existe ninguna disciplina o idea que convalide el resto de aprendizajes. Tampoco el latín, la programación o el ajedrez. Aprendemos lo contextual, lo concreto y lo anecdótico. Si quieres evitar problemas de transferencia, práctica directamente lo que quieres aprender.
Presta atención. La información abunda y tu atención no se puede dividir sin consecuencias. Para aprender tienes que gestionar la carga cognitiva. Para optimizar el limitado espacio de tu memoria de trabajo, pon tu atención en lo que quieres aprender y en los procesos efectivos para aprenderlo.
Repite sin repetir. No todas las repeticiones son igual de efectivas. La variabilidad, sin perder de vista qué quieres aprender, te prepara para el mundo real. Practicar de forma deliberada acelera tu aprendizaje.
Ponte a prueba. El sufrimiento, el dolor y un corto plazo difícil mejora tu aprendizaje. Introduce dificultades deseables al practicar: evoca antes de releer de forma pasiva, espacia tu práctica en lugar de masificarla, entrelaza en vez de secuenciar y pon a prueba tus límites buscando desafíos.
Comparte el camino. Tenemos la capacidad de aprender de los demás. La enseñanza nos permite subirnos a hombros de gigantes. La mayoría de genios no aprendieron solos. Podemos aprender de los demás y aprender con los demás. El aprendizaje es sobre todo un acto social.
Ahora que conoces principios para aprender de forma efectiva, toca descubrir cómo mantener el aprendizaje en el tiempo.
¿Cómo mantener el aprendizaje en el tiempo?
Un juego finito tiene como objetivo ganar: te presentas al examen final, lo apruebas y se acabó. Un juego infinito tiene como objetivo seguir jugando: el arte es tan largo que nunca dejamos de aprender.
Estos cuatro accionables te ayudarán a no dejar nunca de aprender:
Transforma tus creencias. Cultiva tu autoeficacia e interpreta las expectativas de los demás bajo la luz más favorable; es su error, no tu defecto. Céntrate en lo que puedes controlar, sea interno o externo. Desarrolla una mentalidad de crecimiento. El estrés también puede ser un poderoso aliado para superar retos importantes.
Ejecuta como un estratega. El poder de observar tu propia mente te permite alcanzar la autonomía. Establece objetivos inteligentes, planea aunque el plan no se cumpla, actúa y analiza, y reflexiona para mejorar y corregir los errores. El autocontrol y el grit te ayudarán a superar las tentaciones.
Crea tu propia motivación. Márcate objetivos de desempeño para impulsarte en el corto plazo y de maestría para mantenerte aprendiendo. Aumenta el valor de las acciones que quieres hacer. Prioriza tus motivos profundos frente a las volátiles apetencias. Encontrarás motivos internos y duraderos en el propio proceso.
Convierte el aprendizaje en un hábito. Con pequeñas mejoras sostenidas en el tiempo conseguirás resultados extraordinarios. Crea los hábitos que te acerquen a tus objetivos, los hábitos que te conviertan en la persona que quieres ser. Señal, anticipación, respuesta y recompensa. Hazlo obvio, atractivo, fácil y satisfactorio.
Me gustaría terminar compartiendo algunas ideas un poco más filosóficas sobre el aprendizaje.
Aprender (n)os hará libres
«Solo son libres los autodidactas».
No me saco de la cabeza esta frase de Taleb.
Sólo se adapta quien aprende. No importa si es a través de la educación tradicional o de las miles de oportunidades que ofrece internet. Importa que sepas cómo aprender, que puedas elegir qué y de quién hacerlo, que no seas esclavo del camino tradicional por falta de alternativas.
Aprender es el juego infinito que nos permite superar nuestros límites y transformar el mundo.
La humanidad lleva jugando a este juego desde sus inicios. Gracias a los aprendizajes de ayer, hoy disfrutamos de unas condiciones de abundancia sin precedentes. Y serán los aprendizajes de hoy los que den forma a las condiciones de mañana, condiciones en las que jugarán quienes nos sucedan.
Mejorar nuestra forma de aprender no es solo una forma de buscar nuestra mejor versión individual, es también un ejercicio para dejar un buen legado y convertirnos en mejores ancestros. Podemos mejorar el punto de partida para que quienes vengan detrás puedan empezar a jugar con más conocimientos y menos límites; para que quienes vengan detrás, sean más libres.
Este aprendizaje que nos libera ocurre sobre todo fuera del aula. Por eso Aprendizaje infinito está escrito para la vida. Si estas ideas han resonado contigo y quieres seguir aprendiendo, te invito a leer el libro.
Sergio-.
Gracias por leer Suma Positiva.
Si te ha gustado esta edición, no te olvides de dar al ❤️ y de compartirla por email o redes sociales con otras personas a las que les pueda gustar.
Suscríbete para no perderte ninguna futura edición.








La curiosidad y su hermano mayor el aprendizaje, como fuente esencial de sabiduría y algo que gusta mucho en estos tiempos: longevidad.
Saber aprender ya no es opcional. Tener criterio para elegir qué y para qué, tampoco.
Ahí es donde creo que empieza casi todo.